Ya llegó la bella época en que huele a pino (aunque sea el artificial) y ponche. Y aunque en este 2020 fue la cosa más rara, podemos levantarnos el ánimo con el calorcito del horno y el aroma de estas galletas… Te juro que te quedan buenísimas.

Ingredientes

1/2 taza de mantequilla, suavizada
1/2 taza de azúcar
1 huevo, a temperatura ambiente
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 y 3/4 tazas de harina de trigo
2 cucharadas de romero fresco, picado
1 cucharada de ralladura de limón
1/2 cucharadita de sal

Preparación (y tips)

Precalienta el horno a 180°C. Este paso es uno de los más importantes. Normalmente los hornos caseros está bien calibrados, pero si tu horno lleva toda la vida contigo, probablemente esta calibración puede fallar. Para rectificar que tu horno alcanza la temperatura que deseas, puedes usar un termómetro de reloj como estos.

En un recipiente bate la mantequilla y el azúcar hasta que se esponje o que los gránulos de azúcar casi no se sientan, preferentemente y para que no te canses, usa un batidora eléctrica. Añade el huevo y la vainilla. Bate hasta que esté uniforme.

Para preparar la ralladura de limón. Te tengo dos opciones, saca la ralladura con un rallador fino como un rallador tipo microplane (uno de mis utensilios consentidos) o la parte más fina de los ralladores cuadrados. Cuidado con la parte blanca, si te pasas, tienes el riesgo de que te amargue las galletas.

En un recipiente aparte mezcla todos los secos; la harina, el romero, la ralladura de limón y sal.

Ahora, toma la mezcla de harina y agrégala a la mezcla de mantequilla. Con una espátula, mezcla con movimientos envolventes. Sin sobrebatir, no queremos que esto se vuelva un pan.

Lo que me encanto de esta masa es que no es necesario refrigerarla, puedes hacerlo pero está preciosura es muy dócil.

Extender la masa. La clásica forma que todos nos enseñan es enharinar la mesa, poner la masa, volver ‘a echar harina’ y aplanar. Lo puedes hacer así, que es lo más tradicional, pero mi forma favorita es poner nuestra masa entre dos láminas de papel para hornear. Extiende hasta alcanzar el grosor de 1/2 cm.

Hornea por 10 a 12 minutos. Tus galletas deben verse blancas, hasta un ligero dorado en los bordes.

Deja enfriar antes de quitarlas de la bandeja, cuando están calientes se verán un poco suaves y frágiles. Así que hay que darles tiempo a reposar, paciencia, amigos míos ya casi están.

Finalmente decora a tu gusto.

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