
El arroz es uno de los ingredientes que no faltan en la alacena, sin embargo le tenemos como un estilo de respeto al arroz integral. Por lo menos, a mi siempre me han dicho que es díficil 🤷♀️.

Pero no te preocupes, hay 2 buenas noticias: eso de que es difícil, es solo un mito (solo se tarda un poco más en cocinarse).
Y posee muchas propiedades nutritivas, así que hoy le daré la oportunidad de entrar a mi vida (si estas leyendo eso, seguro que tú también le darás chance), afrontemos nuestros miedos y prepararemos este tipo de arroz, sin morir en el intento.
El arroz integral es perfecto para darle variedad en tus comidas y mejorar nuestra alimentación.

Vamos a empezar este viaje eligiendo sabiamente. Vamos a buscar alguna marca que NO sea precocido o instantáneo, para que no se nos pase la cocción.
Después procedemos a lavarlo, como en la mayoría de las recetas de arroz, el almidón es algo que no queremos que se desarrolle, ya que es el responsable de que quede pegajoso o hecho bolas.
Al igual que con el arroz blanco, vamos a utilizar 2 tazas de líquido por cada taza de arroz integral.

En este paso podemos integrar 1 cucharadita de aceite, ya sea vegetal o de oliva. Y no te olvides de sazonar con sal al gusto.
Coloca los ingredientes en una cacerola y lleva al fuego, una vez que comience a hervir, reduce el fuego al mínimo, tapa y cocina por 45 minutos.
Apaga, mantén tapado por 10 minutos más para que absorba la humedad restante. Antes de servir, remueve con un tenedor.

Sus propiedades nutricionales
Según el Sistema mexicano de Alimentos Equivalentes, la ración recomendada al día es de 1/3 de taza (recuerda que respetar las porciones es importante para aprovechar todos los nutrientes al máximo) que es igual a 75 kcal.
Además. su contenido de grasas es muy bajo (0.5 gramos) por lo que se recomienda para incorporar a dietas para mantener un peso saludable, y te aporta minerales como sodio, potasio, hierro, calcio y fósforo.

¿Y cómo lo utilizo?
Con este arroz puedes preparar diferentes recetas de aprovechamiento como arroz frito, también lo puedes agregar como parte de los ingredientes de albóndigas y hamburguesas para hacer rendir más la carne, o simplemente como guarnición de tus comidas.
